domingo, 6 de junio de 2010
RESISTENCIA PASIVA
Los individualistas anárquicos niegan cualquier valor pedagógico a la violencia. No le reconocen ninguna utilidad práctica en la solución de los conflictos que enfrentan a hombres y colectividades. El empleo de la violencia no resuelve nada: es sólo un signo de superioridad bruta, un procedimiento absolutamente anti-individualista porque requiere del ejercicio de la autoridad física. La única forma de acción revolucionaria reconocida por los individualistas anti-autoritarios es una táctica especial comúnmente llamada “resistencia pasiva”.La resistencia pasiva es un acto de rebelión o un conjunto de acciones insurreccionales ajenas a las manifestaciones en la plaza, las sublevaciones y la lucha a mano armada. Este tipo de resistencia nunca se apoya en la excitación superficial y pasajera de las multitudes. La resistencia pasiva, que se puede utilizar para cualquier tipo de objetivos, supone la educación e iniciación preliminar de aquellos que la usan.Se puede, por ejemplo, sin levantar barricadas, abstenerse de toda actividad, de todo trabajo, de toda función que implique el mantenimiento o la consolidación de un régimen determinado; negarse a pagar los impuestos destinados al funcionamiento de instituciones y servicios considerados inútiles e innecesarios, o incluso totalmente irracionales: desde el arancel al consumo hasta el impuesto “a la sangre” exigido durante la guerra. Uno puede negarse a mandar a sus hijos a las escuelas de Estado, cuya enseñanza se juzga tendenciosa, unilateral, perniciosa para la formación y el desarrollo de la progenie.Se pueden rechazar profesores o médicos que son tales solamente gracias a un diploma oficial. Se puede negar la respuesta a comisarios, jueces, magistrados, tribunales, cortes de justicia civiles, correccionales o criminales. Uno puede negarse a obedecer, a adaptarse a la letra de un decreto, de una ley, de una ordenanza que se considera contraria a la propia concepción de la vida. Se puede rehusar trabajar por un salario que se juzga demasiado bajo o por una cantidad de horas que se considera elevada. Uno puede erigirse contra todas las clases de pretensiones y usurpaciones sociales, administrativas, jurídicas que se consideran capaces de dar un golpe decisivo a la autonomía de la unidad.Supongamos un movimiento a base de “resistencia pasiva” que se desarrolle a gran escala, que no sea digitado por un capo, sino estudiado, premeditado y decidido individualmente por cada uno de los que toman parte. Supongamos un movimiento de resistencia pasiva parcial o general, ¿qué podría hacer -preguntan los individualistas- contra este paro silencioso pero decidido, contra esta abstención, un Estado, un gobierno, una dictadura cualquiera?Los individualistas afirman que la ausencia del más mínimo tumulto tornaría imposible a un gobierno intervenir con el pretexto de que se perturbó el orden público. No habría cabecillas para arrestar porque cada “resistente pasivo” o “abstencionista” sería individual-mente consciente de su propio gesto. ¿Qué puede hacer el más despótico de los gobiernos contra un “paro de brazos cruzados”, contra un movimiento de resistencia pasiva que comprende centenares de miles o millones de asociados, en medio a los cuales no se podrían verificar sino raras defecciones porque a él sólo se enrolarían los que fueran empujados por su propia voluntad? Masacrar, ametrallar a estos cientos de miles, a estos millones de adherentes no resolvería el conflicto, es más, iría en contra del interés de los mismos dirigentes.¿Quién no se da cuenta de que la abstención, preparada, madurada y practicada concientemente ten-dría otro valor, otro alcance que una agitación ruidosa, tumultuosa e irreflexiva que arrastra en su rebaño -lo quiera o no- a una cantidad de seguidores listos para huir ante el primer obstáculo serio, unos porque se dejan arrastrar por la corriente y los otros porque nunca habían pensado en las consecuencias que derivan de un paro prolongado? Es natural, dadas estas consideraciones, que la táctica de la resistencia pasiva haya concentrado la atención de los teóricos del individualismo anárquico, y que éstos la consideren el instrumento más apropiado para expresar las propias reivindicaciones.
eco-libertarixs .....
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